13 enero 2017

LA DESCONOCIDA HISTORIA DE LA ESCLAVITUD EN ESPAÑA 1a parte


En el Puerto de Barcelona se levanta un monumento en honor a Antonio López y López, de raíces cántabras y primer marqués de Comillas, destacado prohombre de la ciudad que hizo fortuna con la trata de esclavos en las Antillas. López pisó por primera vez la ciudad en 1848. Perseguía a Luisa Moreno Lassús, la hija de una familia que se había enriquecido en Santiago de Cuba y que había decidido volver a sus orígenes. La pareja se casó un año después, pero no permaneció en la capital catalana. El tráfico de esclavos era un negocio demasiado suculento. Que fuera prohibido por un decreto real desde 1820 era indiferente. 
Su hija Isabel López Bru se casó con Eusebi Güell i Bacigalupi  conde de Güellmecenas del arquitecto modernista Antoni Gaudí e inspirador del espectacular parque Güell, que a la vez había recibido una considerable fortuna de parte de su padre, Joan Güell i Ferrer (también con un monumento en plena Gran Vía), que se había enriquecido también con la trata de esclavos. 
En 1855, López vuelve de manera definitiva a Barcelona. Acumula una fortuna incontable y es propietario de la Compañía Transatlántica Española, la principal empresa de transporte marítimo de España. Además, las complicidades con el poder le permiten conseguir el monopolio del transporte de las tropas y del correo. Bañado en oro. López diversifica e intensifica su actividad económica. Funda una tabacalera, una empresa de ferrocarriles y un banco.
Distanciado de las colonias y embriagado por el nivel de vida de las élites, López se hace construir una mansión en el paseo de Gracia y compra el palacio Moja, que acaba convirtiéndose en la residencia familiar. Actualmente el edificio alberga la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat, pero un busto del negrero aún  vigila una estancia.

López se acaba de mezclar con la alta sociedad. El mismo López también fue mecenas y financió la publicación de L'Atlàntida de Mossèn Cinto Verdaguer, quien había ejercido de cura en alguno de los barcos de la Transatlántica. El negrero terminó de escalar en la jerarquía nobiliaria de la mano de Alfonso XII. Primero le concedió el título de marqués de Comillas y, poco antes de morir, el de Grande de España. Muere en Barcelona el 16 de enero de 1883.
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Josep Xifré i Casas

Josep Xifré i Casas el millonario que construyó las casas que llevan su nombre, nació en Arenys de Mar el 15 de octubre de 1777amasó una gran fortuna en Cuba y Nueva York. Una vez de regreso, se estableció en Barcelona. Xifré era considerado el hombre más rico de la ciudad,  fue el primer presidente de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad y de la Junta de Beneficencia Pública. También creó un cuerpo de bomberos e impulsó varias sociedades benéficas, culturales y económicas. El 1789, emigró a Cuba huyendo de los acreedores que perseguían a la familia, donde encontró un ambiente propicio a la especulación comercial y el contrabando, actividades que hicieron aumentar rápidamente su fortuna. Comerciante, fabricante de curtidos y propietario de plantaciones y de barcos, y explotador de pieles, azúcar, café, aguardiente y ron, consolidó su riqueza haciendo de banquero(sin serlo). Además también se dedicó al tráfico de esclavos.
El 1818 se casó con Judith Downing, una joven de 17 años heredera de un rico comerciante estadounidense de origen irlandés, gracias al cual superó la crisis económica de la época, y con ella tuvo un hijo José Xifré Downing. En 1850, fue propuesto como alcalde, oferta que rechazó. Fue el catalán más rico del siglo XIX. En aquellos momentos su fortuna era de 120 millones de reales, por ese motivo se puso de moda la expresión "ser más rico que en Xifré".​ Murió en Barcelona, en su Torre de Horta, el 7 de agosto de 1856.
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La familia Vidal-Quadras (los antepasados del eurodiputado del PP, Alejo Vidal-Quadras) participaron del mercado esclavista en el siglo XIX. 

Alicia y Esther Koplowitz, dos de las empresarias más conocidas de España, son hijas de Esther Romeu de Juseu y Armenteros, aristócrata cubana y como ellas marquesa de Casa Peñalver, de Campoflorido, del Real Socorro y de Bellavista, pomposos títulos unidos a las grandes plantaciones familiares en Cuba con cientos de esclavos. 

Los Mas (no es casualidad que sea el mismo apellido que un famoso expresident de la Generalitat)

Pablo Epalza, futuro fundador del Banco de Bilbao (BBV) amasó también gran parte de su fortuna con la trata.
No son los únicos, en la actualidad nuestras calles están repletas de reconocimientos en forma estatuaria o en placas nominales a grandes nombres asociados a la trata de esclavos en los siglos precedentes. La reina María Cristina de Borbón Dos Sicilias, con monumento frente al Casón del Buen Retiro y célebre parada de metro en Barcelona, en compañía de su segundo esposo,  Agustín Fernando Muñoz y SánchezDuque de Riánsares, practicó y promovió la trata de esclavos en las islas caribeñas y tuvo participaciones en diversos ingenios azucareros en el siglo XIX. Junto a su marido, inició también negocios relacionados con la sal, el ferrocarril y el comercio negrero -en los que también participaba Narváez- y se decía que "«no había proyecto industrial en el que la Reina madre no tuviera intereses.»" Como consecuencia, María Cristina se ganó más antipatía del pueblo -avivada por su yerno- y en 1854 fue expulsada de España y le fue retirada la pensión vitalicia que previamente le habían concedido las Cortes
Leopoldo O'Donell

Otro ilustre de nuestra historia es Leopoldo O’ Donnell, ex presidente de gobierno que ejerció la Capitanía general de Cuba con puño de hierro entre 1843 y 1848, ordenó una cruel represión tras una revuelta esclava en la isla, conocida como Conspiración de la escalera, por ser el utensilio que utilizaron para torturar a los sediciosos. Sin duda le interesaba controlar un negocio del que se lucraba indirectamente, según el cónsul británico en la isla, por cada “pieza” desembarcada recibía 51 pesos de los negreros. Los ingleses calcularon que debió amasar hasta 500.000 pesos durante su estancia en la isla (el equivalente a diez millones de reales en la moneda española de la época, una fortuna).
Incluso en los últimos años del negocio negrero, cuando solo subsistía en Brasil y en las Antillas, el ilustrísimo político español Antonio Cánovas del Castillo lucho ferozmente contra los proyectos abolicionistas que surgieron en las Cortes entre 1869 y 1870.
Son solo algunos de muchos ejemplos que ligan nuestro actual stablishment político y financiero con la luctuosa y desconocida trata de esclavos española, un negocio grandioso que permitió financiar la revolución industrial que vivieron principalmente Cataluña y el País Vasco en la segunda mitad del siglo XIX. Una terrible lacra que pervivió en territorio español hasta la cercana fecha del 7 de octubre de 1886, cuando la puesta en libertad de los últimos 25.000 esclavos en Cuba y los territorios de ultramar ponía fin a más de 400 años de comercio esclavista español. Solo Brasil conservaba la esclavitud hasta entonces.

Ejemplos como estos y unas cifras escalofriantes son las que podemos leer en el excelente libro “La esclavitud en la Españas: Un lazo transatlántico” del catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat Jaume I de Valencia, José Antonio Piqueras. Una lectura que nos descubre un pasado desconocido y ‘conscientemente’ olvidado de nuestra historia reciente.

https://www.vilaweb.cat/noticies/antonio-lopez-el-negrer-grande-de-espana-que-els-anarquistes-van-convertir-en-bales-de-fusell/


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